Morriña y Querencia

Cuando regreso a ti

por circunstancias

y te recuerdo

de tan hermosa

como olvidada

renuevo el arrepentimiento

pues no supieron ver

mis ojos

sino tus faltas.

 

Cuando te siento así

como alejada

y te rescato

en mi memoria,

de tan feliz

que fue mi infancia,

de nuevo renacería

como aquel niño

entre tus faldas.

 

Ni te perdono, ni exijo el perdón,

porque nos sentimos

tal cual somos,

nada sobra,  todo nos basta.

Si aquel día

lloramos por mi partida,

ahora escucha a quien

de manera sencilla,

aún sin saber el porqué,

el por o el para,

quisiera escribirte los más humildes versos

a ti

mi tierra extremeña,

expresar estos anhelos,

decirte quién fui,

quién eres tú para mi.

tan siquiera, recitar un poema.

de esos

que no sabe nadie,

para que todos lo sepan,

que soy yo tu hijo

 y tu mi madre,

tú, mi niña,

yo, tu padre,

y entre ambos

siempre

un perpetuo  llanto,

una distancia infame.

Tú, mi vida,

yo, tu ángel,

tú, mi risa,

yo, tu cante,

y entre tanto

crece un infinito amor

y un ansia equidistante.

 

Aún paseo tus vientos

de cuando en cuando

que me protegen de los olvidos

y estos asfaltos.

Todavía

me duelen aquellas heridas

que provocaron

mi obligada lejanía.

Aún te traiciono

y, sin embargo,

no me arrepiento

porque te amo.

© 2018 firma moreno linares. Todos los derechos reservados.