Ojala no tengamos que explicar a nuestros hijos porqué les hemos dejado un mundo mucho peor al que nosotros encontramos; un mundo sin juegos en la calle; sin relaciones sociales; un mundo sumido el miedo; en la desconfianza; en el desacuerdo; en la mentiras como medio para subsistir; en la manipulación. Un mundo sin abrazos, sin besos, sin abuelos.
Aún estamos a tiempo; hagamos un pacto de no agresión para no herirnos con nuestras ideas políticas y religiosas; dejemos a un lado nuestra egoísta individualidad; trabajemos con el objetivo de acabar juntos con esta pandemia y minimizar sus consecuencias; lleguemos a acuerdos; generemos un proyecto de futuro para los niños basado en la confianza y el respeto mutuo; démosles esperanza como sociedad. Si no queremos perecer como especie humana.
Madrid, 18 de abril de 2020
Pedro Moreno Parrina