DOMINGO DE RAMOS
¡Qué crueldad comenzar la Semana Santa con la posibilidad de que se te caigan las manos!
Dice el dicho: «Domingo de Ramos, a quien no estrena algo se le caen las manos»
Miraba alrededor y me decía: o todo el mundo ha estrenao algo o no es muy cierto ese dicho extremeño.
Fuera aparte de esto, lo de estrenar me interesaba, aunque no tenía apenas ninguna posibilidad económica de adquirir algo nuevo y menos aún siendo domingo, ya que los comercios permanecían cerrados, aún siquiera advirtiéndoles a mis padres de estar en verdadero y auténtico peligro de quedarme sin manos si no me compraban alguna cosina para estrenar.
De haberlo sabío hubiese comprao algo el sábado, aunque fuese a plazos, pero como cuando eres crio todo te pilla de imprevisto. “Hoy es día de Reyes, hoy es el día de la tortilla, hoy es Domingo de Resurrección” nunca me enteraba de nada hasta que no estaba dentro del meollo del día en concreto que fuera. Te despertabas, ibas a desayunar y… “hoy es el día de…”, ese era el día a día de cuando no tienes consciencia del tiempo, del ayer ni del mañana, es decir, de cuando se es un niño.
Ni unos calcetines, ni una camiseta interior, ni unos calzoncillos o gayumbos, nada de nada. Porque si te compraban algo era porque realmente lo necesitabas, e inmediatamente te lo enjaretabas encima y empezabas a utilizarlo.
Así que me ponía a pensar cómo y dónde podría encontrar algo para estrenar y… «Eureka» En las cajas de los ajuares de mis hermanos mayores que mi madre escondía en el doblao seguramente encontraría algo.
Una caja de moqueros, blancos y nuevos, perfectamente planchados, además con las iniciales bordadas en hilo. Así que resuelto el problema. No tenía mocos, pero al menos tendría manos pa otro año.
Madrid, 28 de marzo de 2021
Pedro Moreno «Parrina»