HISTORIAS DE SEMANA SANTA
COGER LA HORA
En la madrugá del Jueves al Viernes Santo había que «Coger la hora» Velar el cuerpo de Cristo durante sesenta infinitos minutos.
Pertenecer a la cofradía del Santísimo Sacramento de Logrosán, suponía ser considerado como “Hermano o Hermana del Señor” Que ¡Vaya! menuda responsabilidad era esa de ser hermano del Jesús Cristo.
En el lateral izquierdo a la sacristía de la iglesia de San Mateo se instalaba un monumento escalonado y adornado con sábanas blancas, jarrones repletos de vistosas flores, velas, velones y una gran alfombra extendida sobre el suelo en la que en su parte central se apoyaba la yaciente representación del cuerpo del Santísimo.
Los hermanos del Señor nos colocábamos, en número par de seis u ocho, a la derecha e izquierda, en pie, sujetando báculos para honra y protección del cuerpo del Yacente. Las hermanas oraban, sentadas o de rodillas, en la frontal.
A esas horas de la madrugá, las dos, las tres, las cuatro…, hora que por sorteo te tocaba, los sesenta segundos de cada minuto martilleaban a la par en el antiguo reloj y en mi cerebro como interminables gotas de tortuosa lluvia, que en cierta manera me ayudaban a mantener la compostura aunque con un gran sacrificio siendo niño.
Para pasar más rápido y ameno aquel tiempo, y a fin de mantenerme despierto observaba detenidamente cada detalle a mi alrededor, si los otros hermanos y hermanas cerraban los ojos o bostezaban, si llevaban los zapatos limpios o iban peinados, contaba el número de escalones, y una y otra vez el numero de flores blancas, el de velas y el de velones. Y sobre todo me preguntaba sobre el por qué de aquel acto. Era con ir al funeral de un familiar al cual no conocías o, en todo caso, solo de oídas, por las películas, o por lo que los demás decían de él.
Tal vez fuese cuestión de procurar, a partir de ahora y de esa hora, conocerlo mejor a través de sus enseñanzas, formarse una interpretación de las mismas y conocerlo en el día a día.
Una vez finalizado el acto, con el alivio y la satisfacción del haber cumplido, te ibas de nuevo a soñar un rato más.
Madrid, 1 de abril de 2021
Pedro Moreno «Parrina»