EL GÜERTO Y EL TIEMPO
-!Qué precioso tienes el huerto Pedro!
-Muchas gracias, mi trabajo me cuesta.
-Esos tomates tienen muy buena pinta, deben saber a gloria.
-Ya te contaré cuando los pruebe.
-Bien me podrías regalar alguno.
-Tú tienes tierras también, ¿no?
-Sí que tengo, pero están llenas de maleza, y no sé cómo es todo el proceso de plantar un huerto.
-Cuando quieras te enseño.
-Es que no tengo tiempo.
-Pues ala, no lo pierdas aquí mirando y vete a hacer lo que tengas que hacer, ve condió.
-Pero un tomate no va a ninguna parte.
-Tú los has dicho, a ninguna parte irán, excepto conmigo y donde yo quiera, porque no es lo importante el hecho de regalarte un tomate, te estoy ofreciendo mi tiempo para enseñarte, el saber, el conocimiento de cómo tener un güerto, y eso lo haría gratis, lo que no te voy a regalar es mi trabajo, mi sudor ni mi esfuerzo, eso se lo dedico, se lo regalo, a los familiares, amigos y conocidos que lo pierden, o más bien diría, que se lo ganan compartiendo conmigo, dedicándome el suyo.
28/05/2024
Pedro Parrina