Feliz Navidad, muy especialmente, a las personas que me dijeron: “por si las pierdo”, “por si me pierdo”, o por “si te hicieran falta”, aquí tienes las llaves de mi casa, y a las que desde hace tiempo compartimos las de nuestro corazón, o nuestra alma, bajo cualquier escusa, o tan siquiera por la confianza de “entra a echar un vistazo” o "visítame de cuando en cuando, si sientes necesidad o ganas", o tan solo sube para charlar un rato y estar juntos. A las que llamaron para preguntar “¿Cómo estás?, hace tiempo que no sé nada de ti, o me he enterado de que estabas enfermo, o estás pasando una mala racha, o para darme la enhorabuena o felicitarme por cualquier circunstancia si es que las mereciera. A las que se ofrecieron y me dijeron “aquí estoy por si me necesitas”, y a las que las escucharon de mi boca. A las que me invitaron a cualquier evento o celebración individual o familiar y deseaban mi presencia, y a las que aceptaron la mía, y con las que he compartido mesa, a las que demuestran esas pequeñas cosas que son las que verdaderamente importan. A aquellas personas con las que he dado un paseo, o mantenido una charla, o he tomado una cerveza, un café, o compartido un vaso de agua, y con las que nos hemos muerto de risas, a ratos, y a ratos nos hemos enjuagado las lágrimas. A las que me llaman por mi nombre o solamente usan el calificativo de hijo, o hermano, o amigo, o tío…, y te llaman, y te apoyan, y se interesan, y se ofrecen, y te aman o te quieren en cualquier circunstancia, muy especialmente, a esas personas; Feliz Navidad.
Madrid, 15 de diciembre de 2019
Pedro Moreno Parrina.