NOTIFICACIÓN JUDICIAL

Vengo a informaros de que en el día de hoy he recibido notificación de la ilustrísima señora Juez Titular del Juzgado de Primera Instancia de los de Logrosán (Cáceres), a fin de informarme de que: la doctora especialista en psiquiatría de esta localidad, con la que estoy en tratamiento, ha solicitado para mi persona una orden de alejamiento de al menos trescientos metros, y que ese organismo judicial ha tenido a bien, previas deliberaciones oportunas, concederlo.

-Que me llena de orgullo y satisfacción recibir este prestigioso título de la Orden del Alejamiento, en su categoría de 300 metros-. -Le dije a la señora con peluca blanca y bata negra ribeteada con encajes en las mangas, cuando me pidió que me acercase al micrófono del estrado por si tenía algo más que decir en mi defensa, hasta que, como no debió entender nada de lo que la decía, y como no me callaba, me lanzó el mazo y me expulsó de la sala-.

Tal vez la señora juez, así como la psiquiatra, no estén capacitadas profesionalmente para ejercer su labor en este pueblo, debido a su inadaptación a nuestra realidad cultural, porque ser de Logrosán tiene sus consecuencias, no solo físicas sino además, y más relevantes, psicológicas, y de por vida para los oriundos de este pueblo, ustedes son conscientes de ello, no me refiero tanto a padecer las inflamaciones anales llamadas hemorroides, en su caso, sino a sufrirlas en silencio, y sus secuelas mentales.

Que digo; queridos paisanos, que ustedes me entienden perfectamente porque saben lo que significa ser mangurrino y almorranero (logrosaniego) de nacimiento, o de adopción, y de las consecuencias psicológicas de estos apodos, las sufras físicamente o no.

¡Qué amable es la gente de mi pueblo!, cuál fue mi sorpresa cuando fui acercando a los vecinos, y les decía: me gustaría iniciar una mesa debate sobre las almorranas, y ellos contestaban inmediatamente: “hombre, por dios, si es sentados a una mesa y junto a una cerveza, sacamos tiempo de donde sea”.

A causa de estos hechos en los próximos días tengo previsto iniciar una mesa debate en uno de los bares del pueblo con la temática: “Consecuencias físicas y psicológicas innatas de los almorraneros” asunto que me quedó pendiente de tratar con la doctora en psiquiatría, la cual se negó, que digo yo que por algo es una profesional especialista, y que puso el grito en el cielo cuando le mostré las mías para que estableciera una relación causa-efecto a modo de observación “in situ”, tal vez debiera haberla dado aviso previo. Ella me dijo que las que le preocupaban realmente eran mis hemorroides psicológicas.

Si tenéis a bien, podríamos quedar en la plaza el sábado por tarde noche, y planteamos un referéndum, debatimos y votamos el asunto, y, o, u queréis plantear algún otro debate intelectual sobre uno o una u otra cuestión, por supuesto, solo tenéis que proponerlo y ver si llegamos alguna vez a un acuerdo.

Ah bueno, que como tengo una orden de alejamiento, algún vecino tendría que estar pendiente de vigilar a la psiquiatra por si se aparece por la plaza de España, para que nos avise y salir corriendo, -pero no puede ser nadie que esté en tratamiento con ella porque sino la liamos-.

Que si se da el caso, tendremos que correr en cualquier dirección, excepto parriba, a una distancia mínima de 300 metros, que podemos huir por las traseras hacia la plaza del Cristo o/y por la calle del arroyo y/o hacia la torre, por la calle Luis Chamizo.

Llevad sillas plegables, que son más cómodas de manejar, también se permiten flotadores y almohadillas, nada de tresillos, ni sillones, ni sofás, ¡que nos conocemos!

Gracias.

Madrid, 28 de diciembre de 2019

Pedro Moreno Parrina.

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