EN EL BAR
-¿Está tu padre?
-Papa sal que está aquí el señó Atilano, que pregunta por ti.
-¿Qué hay?
-Que venía porque tengo unas guarros que me los quiero quitá, a vé si te pasas a verlos y llegamos a un acuerdo.
-¿Dónde los tiene?
-En la cerca camino del rio Cubilar, al lao de la carretera.
-¿Y qué pesan?
-Pues tien que andá por las diez o doce arrobas.
¿Qué son negros o coloraos?
-Pues los hay de to, entremezclaos.
-Me paso mañana y los vemos.
-Pedro, mira a ver si está la romana en la furgoneta que tenemos que ir a pesar unos cochinos mañana.
-Si papa.
Los cerdos, corderos, cabritos…, se pesaban con una romana, que es, ya casi en desuso, un instrumento que sirve para pesar, está compuesto de una palanca de brazos muy desiguales, con el fiel sobre el punto de apoyo. El cuerpo que se ha de pesar se coloca en el extremo del brazo menor, y se equilibra con un pilón o peso constante que se hace correr sobre el brazo mayor, donde se halla la escala . La arroba es una medida de peso que equivale a 11,5 kg (25 libras de 460 gramos). También utilizada como medida de capacidad o volumen, si se trata de líquidos; aceite 12,563 litros, de vino equivale a 16,136 litros, o una cántara.
-Ponme un chato vino pa tomá y un cuartillo de pitarra pa casa.
-Solo tengo botellas de tres cuartos señó Ramón.
-Pues la llena dos tercios y ya está.
-Vamos allá.
-¿No tienes na de picá?
-¿Qué le pongo, altramuces, ensalá o prueba de cerdo?
-Lo que tú veas.
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-¿Cuantas fanegas dices que has cogío?
-Tres de trigo, dos de avena y una de centeno.
-¿A cuánto van?
-Pues hogaño dicen que el grano ha subío, a treinta duros el quintal.
-Yo por quintales no me entero, ¿Cuántas fanegas son?
-La fanega de trigo es casi un quintal, no llega a las cuatro arrobas. De centeno; tres arrobas y media, y de cebada; tres, pa redondeá, así que echa la cuenta.
Para el grano, cereal, la medida de peso que se utilizaba era la fanega, Una fanega equivale a cuatro barchillas, o doce celemines, una barchilla son tres celemines.
La vara es una medida de longitud utilizada para medir cercas y cercanos, equivale a tres pies, un pie son 28 centímetros y una vara 84. También se utilizaban los pies cuadrados, cincuenta pies por veinte pies; mil pies cuadrados. Para fincas y cercados más grandes las medidas se calculaban en hectáreas o áreas.
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EN LA TIENDA
-¿Qué le pongo señora Flora?
-Ponme cuarto y mitá de carne picá.
-¿Que vas a poné hoy de comé?
-Pues haré unas almondigas
-Échamelo bien servío.
-Lo lleva usté bien corrío.
Lo llevas bien corrío, esta expresión se utiliza para expresar que la medida que te ha pedido, por ejemplo un kilo, sobrepasa los 1000 gramos, debido a que las básculas o balanzas para pesar tienen un peso y este se coloca en la muesca que marca el kilo, cuando echas en exceso, la palanca se elevaba por encima de la horizontal.
-De primero tengo sopas y pal Usebio unas gachas, que le encantan y luego si quea con apetito que tire de la enramá.
-¿A quién la toca?
-A mí. -Alzó la voz y la mano la señora Tomasa.
-A mí me vas a poné un trozo costilla y una cachino tocino, pal cocido.
-¿Cuánto de costilla quiere?
-Como una cuarta.
-Yo voy hacer potaje con romazas.
-¿Quién da la vé?
-La Benilde ha sio la última en llegá.
-¿La Benilde, pues no ha venío antes de la Isidra?
-Que va, a la Isidra la están atendiendo, después va la Benilde, y la última la Encarna.
-Bueno pues así será, aluego voy yo detrás.
-Quería unos filetes, pero esos tienen dos deos de grasa.
-Claro porque son ibéricos, este pesaba por los menos 12 arrobas ¿O es que no los quiere de guarro blanco?
-Sí, de ese, a mi Saturnino no le gusta el guarro blanco, que dice que eso no sabe a na.
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-¿Tu cómo haces las judías?
-Pues mira, le echas media oreja, un trozo pata, un rabo de cerdo, su cacho chorizo, y su morcilla a lo último pa que no se desaga, y te salen que te chupas los deos.
-A mi Ciriaco le vuelven loco.
-Pues a mi Antolín lo que le gustan son las lentejas, al Evaristo las sopas de ajo y la Petra es que no me come ná, se está queando esturá.
-¿No tienes solomillo?
-No me quean.
-¿Y lomo te quea?
-Tampoco, me los ha apartado la Melitona.
-¿Papa que hago con los jamones, van pa chorizo o los metemos en sal?
-Esos los vamos a dejá pa conservá.
-Oye, ¿tenéis manteca, que quiero hacer unas bollas?
-¿Enriqueta tienes manteca?
-Mira a ver en la tinaja, a vé si quea.
-Papa que sí, que hay.
-¿Cuánto manteca vas a queré?
-Lo que quepa en el cuenco.
-Pues sube parriba que te lo ponga mi Carmen, que la Enriqueta estará liá con los salchichones.
-Mira a ver que te debo Jesús.
-Pues son tanto como treinta pesetas.
-¿Y eso cuánto es?
-Seis duros.
-Ah vale, ahí los tienes.
-Me da usté una perragorda en vez de un duro.
-Ah, perdona, toma. Es que sin gafas no veo tres en un burro.
La peseta se divide en 100 céntimos, 5 céntimos es una perra chica, 10 céntimos es perra gorda, un real son 25 céntimos, dos reales son 50 céntimos. Un duro son cinco pesetas. Muchas personas se entendían con las cuentas por duros, veinte duros, cuarenta duros, treinta mil duros. Popularmente un talego eran 100 pesetas y un kilo un millón. Al dinero se le llamaba “la moni”.
-Lo que te iba diciendo, que cogió mi Sebastián ayer una manojao de espárragos, y no sé si hacé unas sopas, una tortilla o un revuelto.
-Un manojo dice, pero si le vi yo pasar por la puerta casa y llevaba dos anillas.
-Sería por la tarde, porque por la mañana me trajo una esportillá llena, vamos que casi no me cabían ni en dos calderetas.
-¿Y donde los coge?
-Pues por los cercones del palomar pallá, tampoco te sé decí.
-Pues a mí me trajo ayer dos liebres el Eufrasio, gordas como vacas, que voy a hacé un arroz que ya vas a vé tú, se va a cagar la perrina. Si quieres media pal Filiberto, es tuya.
-Vaya bardiasco de marío que tienes, lo que debe de tragá. El mío prefiere los conejos al ajillo, las liebres no le gustan; le da no se qué ver la comida con tanta negrura.
-¿Has cogió la vé pa la tahona? que hay que ir a aviar los dulces pa la naviá.
- Si, mañana me toca.
-¿Y qué vas a jacé?
Unas docenas de perrunillas, unas pocas de madalenas, unos bollos dormíos, y no sé qué más.
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OTRAS VARAS DE MEDIR EXTREMEÑAS
Una Jartá, un tiestao, un montonao o montonazo, una mandilá, una esportillá, una almorzá, un puñao, una gavilla, una anilla, una anillina, una brazá o un brazao, una zancá, una, dos o tres… cuartas, una miaja, una miajina, un poquino, un trocino, un cachino, una pizca, una pizquina, una ristra, un barril, una banasta, un calambucao o una calambucá, una saca, un saco, un costal, un cántaro, una cántara, un barreño, una tinaja, un capacho, un perol, una talega, un tarro, un morral, una artesa, lo que quepa en las alforjas, un carro, una carretilla, un carromato, un trastó, un remolque, una onza, una tableta, un cesto, un canasto, uno, dos o tres… dedos o dedinos, un cazo, un cacino, una taza, un chato, un vaso, un vasino, un chorreón, unas gotinas, unos granos, unos graninos, un ñuo, un cubo, un cubino, una caldereta, o una chuminá de na.
Madrid, 26 de diciembre de 2019
Pedro Moreno Parrina.