Tras los continuos bombardeos de datos estadísticos diarios; tantos por ciento; edades medias; brotes por Comunidades; índices de mortalidad, curación; duración de ingreso hospitalario, número días en UCIs, que tanto gustan a los informativos, hay personas, y esas personas tienen familia, amigos, compañeros de trabajo, vecinos...
En los cuatro casos por Covid-19 que conozco de familiares y allegados, los tres primeros lo fueron por síntomas compatibles con la enfermedad, sin prueba diagnóstica, en el último si ha sido confirmado por PCR, tan solo hace unos días, en ninguno de ellos se han producido pruebas o rastreos a familiares.
En los tres primeros casos, durante los meses de marzo y abril, la justificación fue el caos, el desconocimiento, el colapso de las instituciones. Seis meses después no tiene excusa que, tras haber resultado positivo en la prueba PCR, no haya recibido ninguna llamada telefónica ni ningún otro tipo de comunicación por parte de algún “irresponsable” municipal, de la Comunidad Autónoma o nacional, ni de carácter sanitario, administrativo ni político, ni tan siquiera para efectuar un seguimiento de los contactos de los últimos días, ni pruebas a familiares, ni a compañeros de trabajo, ni amigos, ni al menos como apoyo psicológico, o para interesarse por la evolución de la enfermedad, etc.
Amigos, familia, solo sois parte de las estadísticas.
Ojalá los rastreos sanitarios funcionaran como los de hacienda.
Madrid, 17 de agosto de 2020
Pedro Moreno «Parrina»