SE ACERCÓ A ELLA POR LA ESPALDA Y LA ASESTÓ CIEN PUÑALADAS...

 

“Mañana será tu día” -mensaje de texto a través del móvil-

Estuvo dándole vueltas a la cabeza toda la noche, no pudo conciliar el sueño, para ella sería preferible “un cara a cara”. Desde aquel intento de agresión que sufrió siendo a penas una niña se había vuelto desconfiada y asustadiza, pero prefirió mantener ese secreto de por vida.

La esperó agazapado, escondido en el portal contiguo. Ella bajó despacio las escaleras, cautelosa, había decidido no tomar el ascensor, pues así fue como sucedió la última vez, miraba hacia todos lados, temblorosa, era incapaz de controlar ese racional miedo a las sorpresas, pero sabía que ocurriría, como cada año desde que lo conoció, en esa fecha tan señalada.

Salió del portal temblando y emprendió camino al trabajo sin mirar atrás, por aquello del qué dirán.

No le vio venir.

Se acercó a ella por la espalda, la sujetó fuertemente con sus poderosos brazos, y la asestó cien puñaladas de amor; te quiero, te amo, te necesito… después la pidió perdón por haberla asustado de nuevo, entregándola su regalo de cumpleaños; una alianza y una petición de matrimonio.

Abrazados, entre sonrisas nerviosas, besos inacabables, y emotivas lágrimas, la acompañó al trabajo.

Madrid, 31 de mayo de 2019

Pedro Moreno Parrina

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