!NO LEÁIS ESTO, NO DICE NADA!

 

No quiero, ni es mi intención, herir a nadie, así que, con todos mis respetos, os digo: no leáis esto, porque no merece la pena, no dice nada, así que no os toméis la molestia de continuar leyendo…, os lo digo de verdad y desde el corazón, son ganas de perder el tiempo. Por favor, venga, dejadlo, no sigáis leyendo. ¡Parad! Id a hacer lo que estabais haciendo, no tiene ningún sentido continuar, a no ser que os guste llevarme la contraria, en ese caso; allá vosotros.

Este artículo no dice nada y, efectivamente, si has continuado leyendo hasta aquí, habrás comprobado que efectivamente es así, ¿o no?, no es que no diga nada, que no dice nada, sino, que tal vez, quizás, a lo mejor, diga algo sobre la manera de ser y de actuar de las personas cuando les pides que no hagan esto o aquello…

A ver, me explico: partiendo de la base de que os he pedido que no leáis esto, y siendo consciente de que lo que voy a decir lo digo solo desde mi modesta opinión, sin querer herir los sentimientos de nadie y, menos aún, los de los que piensan diferente a mí, como ya he dicho, es el humilde punto de vista de alguien que se ha formado durante mucho tiempo como consecuencia de sus experiencias de vida, y sobre todo, evitando entrar en cualquier tipo de disputa, procurando dejar claro que he tenido en cuenta, en la medida de lo posible, las circunstancias sociales, culturales, familiares, personales, económicas… de cada uno, etc., y voy concluyendo, solo por profundizar un poco más en el asunto que tenemos entre manos, más bien diría, entre líneas, las experiencias personales vividas por cada persona llevan a formarse ideas diferentes, y por eso, sí que os puedo decir que, hasta el momento, y según investigaciones que estoy llevando a cabo sobre el problema que esto plantea…, pienso, creo y opino… que estáis perdiendo el tiempo leyendo esto…

Muchas gracias.

Manzanares el Real 09/12/2022

Pedro Moreno «Parrina»

 

desconfianza

NO ME FÍO DE LOS MÍOS

A la maldad solo le fío la distancia, a la guerra; la ausencia, a la bondad; cercanía, a la paz; puertas abiertas, a la amistad; la bienvenida, al amor; la vida, el ser, la existencia…

Como carnívoro no me fío de mis instintos de supervivencia.

Como persona de carne y hueso no he de fiarme de otras fieras.

Tengo alma y espíritu, ideales y conciencia; no puedo fiarme de nadie que de ellas se alimenta.

Ni como lobo ni como oveja he de fiarme de los pastores de las iglesias.

Ni pobre ni rico confío en los políticos, ni en su opulencia ni en su pobreza.

En mis enemigos sí confío; ellos no defraudan, no abandonan, nunca traicionan…

No quisiera fiarme del hambre; ni de las letras; ni de los versos; ni de las lenguas; ni del mar o del viento o del fuego…, ni, siquiera, de la tierra.

En definitiva: no puedo fiarme de nada ni nadie del que yo forme parte de su dieta, ni viceversa...

                                                   

Manzanares el Real, 11/12/2022

Pedro Moreno «Parrina»

 


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